Comentario
Capítulo IX
De Maita Capac, cuarto ynga y rey
Maita Capac fue hijo de Lloque Yupanqui y de Mamacura. Fue muy hermoso de rostro y de buena dispusición, de grandísimo ánimo, fuerza y atrevimiento. En vida de su padre hizo algunas travesuras, de donde procedió ser odiado, aunque temido, tanto que estando jugando con otros mozos de su edad y con los naturales del Cuzco, llamados alcyvisas y cullumchima, mataba a los mozos y les quebraba las piernas y los perseguía y seguía hasta sus casas, por lo cual los alcayvisas tomaron gran enemistad y aborrecimiento con los yngas y acordaron de matar un día a Lloque Yupanqui y a su hijo Maita Capac porque no podían sufrir sus malos tratamientos e insolencias y destruir aquel linaje de una vez. Y para ello embiaron diez indios que los matasen en su casa que era Curicancha, los cuales fueron a ello y hallaron a Maita Capac en el patio, jugando con otros mozos y dos perros que tenía, con unas bolas que llaman cuchu y como los vido entrar con armas, con una bola de aquéllas resistió a los indios que no entrasen en su casa y mató a dos dellos, y los otros que jugaban con él fueron dando voces a decirlo a su padre, Lloque Yupanqui, que salió con algunos indios y los perros y fueron tras de los indios, que se iban huyendo, y mataron cinco dellos y los demás se escaparon y fueron a decirlo a Culli Ynchima y Alcaybizas, sus caciques, que estaban cerca, e visto por los caciques como les habían muerto Maita Capac a sus indios, dijeron: si éste hace estas cosas cuando niño, qué hara cuando grande: acabarnos han. Conviene que le matemos a él y a su padre. Para ello pidieron favor y ayuda a los comarcanos amigos. Visto por Lloque Yupanqui, llamó a su hijo y le dijo: para qué haces estas cosas; quieres que al cabo de mi vejez muera en manos de mis enemigos. Sus capitanes le dijeron que lo dejase, que no era aquello sin misterio, así calló, y el Maita Capac viendo que los alcayvizas le venían a acometer, salió con su gente a darles batalla y los desbarató. Visto esto los alcaivizas tornaron a juntar más gente para dar de nuevo batalla a Maita Capac, y entraron por tres partes a Curicancha, cercándola toda, y Maita Capac salió con poca gente a la puerta de Curicancha, y allí les dio la batalla y los venció otra vez, y entonces hizo guarichico, que es un regocijo o fiesta, por la batalla y vencimiento. Los alcaibizas tornaron tercera vez a probar ventura y querer dar batalla a Maita Capac, a la cual salió con grandísimo ánimo y valor, y estando peleando dicen que granizó tanto sobre los alcaibizas, que los desbarató, y venció, y arruinó. Desta batalla Lloque Yupanqui, su padre, se holgó mucho e hizo grandes regocijos y fiestas y combites, y visto por todos los comarcanos la victoria tan señalada que había habido, le vinieron a obedecer y conocer por señor, y muerto su padre, Lloque Yupanqui fue extendiendo más su señorío y Reyno, de suerte que cada día se iban haciendo estos ingas más poderosos, ganando y conquistando tierras nuevas e juntándolas a su corona, la cual era la masca y pacha que es una borla de lana colorada finísima puesta en la cabeza, que le tomaba de sien a sien, y usaban del cetro real del champi y del sunturpaucar, que era una flor muy galana, e insignia de sus armas usadas y pintadas muy de atrás en servicio de este mismo Maita Capac Inga. El cual cuando murió dejó mandado que le enterrasen con mucho oro, plata y piedras preciosas y que le hiciesen un paramento en su sepultura y colgasen allí dentro sus armas, con mucha plumería y gran cantidad de cosas de comer y beber, y algunas de sus mujeres más queridas, para que le tuviesen compañía con algunos pajes y gente más allegada suya. Fue casado Maita Capac con Chimpo Urma, prima hermana. Tuvo en ella ocho hijos e tres hijas, llamábase el mayor Capac Yupanqui y otro Faico Huamán y la una de las hijas se llamó Chimpo Ocllo.
Cuya figura es esta que se ve.